La guerra civil, que había traído el Gobierno a
la ciudad, desplazó también el popular festejo, que se celebró en la calle de
Troya
El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad del año 1936, ni
se celebró en Madrid ni fue cantado por los famosos Niños de San Ildefonso.
Valencia, que por aquellas fechas acogía al Gobierno de la República, fue el
escenario del popular sorteo, que en este caso cantaron los niños huérfanos
acogidos en el Colegio Imperial de San Vicente Ferrer.
Hace 75 años, como ya glosamos en una de estas páginas, el Gobierno
de la II República, acosado por el ejército del general Franco, que se había
levantado en armas contra la legalidad republicana, decidió trasladarse a
Valencia, en noviembre de 1936, para mayor seguridad. Vino el presidente del
Gobierno, Manuel Azaña, que tuvo su despacho en el palacio de Benicarló y vivía
en un chalé de La Pobleta, en término de Serra, y se trasladaron a Valencia
todos los ministros y ministerios. Fue normal, pues, que en Valencia se
realizara también el Sorteo extra de Navidad de la Lotería Nacional, de gran
importancia para los recursos económicos de la causa republicana.
El de Navidad no fue el único, ni el primer sorteo celebrado en
Valencia. Desde mediados de noviembre, el ritmo de sorteos que entonces se
celebraban para toda España -tres al mes- se mantuvo para la España del lado
republicano. El sorteo especial destinado a recaudar fondos para la Cruz Roja,
que estaba previsto para el 14 de octubre de 1936, fue aplazado, a causa de las
pocas ventas que registraba, al 14 de enero de 1937. Pero el Ministerio de
Hacienda, instalado en el edificio de Bancaixa de la Glorieta esquina a la calle
del Mar, no renunció a seguir vendiendo los billetes de Navidad, que tuvieron
muy buena acogida.
Para celebrar los sorteos se designó un almacén de maderas
incautado en la calle de Troya, cerca de la calle de San Vicente, en el que
pudieron asistir cientos de personas, dos mil según la prensa editada por
aquellos días. La nave de trabajo, despejada ahora, apareció el 22 de diciembre
de 1936 decorada con un dosel en el que dominaba la bandera roja del comunismo,
flanqueada de la bandera de la República y la Senyera valenciana. Los bombos
utilizados, como la fotos nos muestran, fueron los históricos, los mismos que se
siguen utilizando en el siglo XXI para este sorteo, traídos a Valencia en un
transporte especial. Lo único que diferenció a aquel sorteo de uno contemporáneo
es que el movimiento de los bombos fue manual.
Para cantar los premios, ya que no estaban los Niños de San
Ildefonso, los funcionarios de la Dirección General del Tesoro echaron mano de
una institución similar valenciana, de mucha más antigüedad, como es el Colegio
Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente. Tutelados ahora por el nuevo
régimen, ya que los sacerdotes que antes la regentaban habían tenido que huir,
los niños se presentaron al sorteo elegantemente vestidos con pantalón bombacho
y calcetines de calidad y modernos suéteres de lana.
El premio Gordo, de 30 millones de pesetas, tocó al número 5.287,
que se había vendido en Madrid, y no fue fácil saber quién había sido el
agraciado. Curiosamente, en el lado franquista, aunque la Lotería Nacional no
fue creada hasta 1937, se cita un sorteo de Navidad celebrado en Sevilla el 21
de diciembre de 1936 en el salón de actos de la Cámara de Comercio, con el apoyo
del Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Obras del Puerto. De un modo o de
otro, a trancas y barrancas, los gobiernos de las dos Españas quisieron
aprovechar la afición el juego de los españoles. Hasta el punto de que se cita
que los números 16.244 y 16.807 fueron premiados en los dos bandos.
El sorteo de Navidad de 1937, siguiendo al Gobierno republicano, ya
no se celebró en Valencia, sino en Barcelona. Para esas fechas, la recaudación
lotera, que en el sorteo valenciano dejó 144 millones a las arcas de la
República, decayó mucho sobre todo a causa de las dificultades de distribución
de los billetes.Fuente
El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad del año 1936, ni
se celebró en Madrid ni fue cantado por los famosos Niños de San Ildefonso.
Valencia, que por aquellas fechas acogía al Gobierno de la República, fue el
escenario del popular sorteo, que en este caso cantaron los niños huérfanos
acogidos en el Colegio Imperial de San Vicente Ferrer.
Hace 75 años, como ya glosamos en una de estas páginas, el Gobierno
de la II República, acosado por el ejército del general Franco, que se había
levantado en armas contra la legalidad republicana, decidió trasladarse a
Valencia, en noviembre de 1936, para mayor seguridad. Vino el presidente del
Gobierno, Manuel Azaña, que tuvo su despacho en el palacio de Benicarló y vivía
en un chalé de La Pobleta, en término de Serra, y se trasladaron a Valencia
todos los ministros y ministerios. Fue normal, pues, que en Valencia se
realizara también el Sorteo extra de Navidad de la Lotería Nacional, de gran
importancia para los recursos económicos de la causa republicana.
El de Navidad no fue el único, ni el primer sorteo celebrado en
Valencia. Desde mediados de noviembre, el ritmo de sorteos que entonces se
celebraban para toda España -tres al mes- se mantuvo para la España del lado
republicano. El sorteo especial destinado a recaudar fondos para la Cruz Roja,
que estaba previsto para el 14 de octubre de 1936, fue aplazado, a causa de las
pocas ventas que registraba, al 14 de enero de 1937. Pero el Ministerio de
Hacienda, instalado en el edificio de Bancaixa de la Glorieta esquina a la calle
del Mar, no renunció a seguir vendiendo los billetes de Navidad, que tuvieron
muy buena acogida.
Para celebrar los sorteos se designó un almacén de maderas
incautado en la calle de Troya, cerca de la calle de San Vicente, en el que
pudieron asistir cientos de personas, dos mil según la prensa editada por
aquellos días. La nave de trabajo, despejada ahora, apareció el 22 de diciembre
de 1936 decorada con un dosel en el que dominaba la bandera roja del comunismo,
flanqueada de la bandera de la República y la Senyera valenciana. Los bombos
utilizados, como la fotos nos muestran, fueron los históricos, los mismos que se
siguen utilizando en el siglo XXI para este sorteo, traídos a Valencia en un
transporte especial. Lo único que diferenció a aquel sorteo de uno contemporáneo
es que el movimiento de los bombos fue manual.
Para cantar los premios, ya que no estaban los Niños de San
Ildefonso, los funcionarios de la Dirección General del Tesoro echaron mano de
una institución similar valenciana, de mucha más antigüedad, como es el Colegio
Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente. Tutelados ahora por el nuevo
régimen, ya que los sacerdotes que antes la regentaban habían tenido que huir,
los niños se presentaron al sorteo elegantemente vestidos con pantalón bombacho
y calcetines de calidad y modernos suéteres de lana.
El premio Gordo, de 30 millones de pesetas, tocó al número 5.287,
que se había vendido en Madrid, y no fue fácil saber quién había sido el
agraciado. Curiosamente, en el lado franquista, aunque la Lotería Nacional no
fue creada hasta 1937, se cita un sorteo de Navidad celebrado en Sevilla el 21
de diciembre de 1936 en el salón de actos de la Cámara de Comercio, con el apoyo
del Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Obras del Puerto. De un modo o de
otro, a trancas y barrancas, los gobiernos de las dos Españas quisieron
aprovechar la afición el juego de los españoles. Hasta el punto de que se cita
que los números 16.244 y 16.807 fueron premiados en los dos bandos.
El sorteo de Navidad de 1937, siguiendo al Gobierno republicano, ya
no se celebró en Valencia, sino en Barcelona. Para esas fechas, la recaudación
lotera, que en el sorteo valenciano dejó 144 millones a las arcas de la
República, decayó mucho sobre todo a causa de las dificultades de distribución
de los billetes.Fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario