El primer premio de la
Lotería Nacional dejó ayer en Totana más de 5,4 millones de euros y un misterio que el pueblo se afana en resolver: quién de los afortunados es el poseedor del billete agraciado con el premio especial, nada menos que tres millones de euros para él solito.
José María Martínez, parado y padre de dos hijos, se levantó ayer pensando en cómo hacer frente a la hipoteca de su casa, y se acostó imaginando en qué gastará los 60.000 euros que le cayeron a media mañana del cielo.
El resto de los agraciados, unos cuarenta vecinos y clientes del bar Salón de Juegos de la urbanización de El Parral, cuentan desde ayer en sus cuentas corrientes con al menos 60.000 euros más. Los hay incluso con más suerte, como Joaquín Gómez, que tuvo el atino de comprar dos décimos para él y otro para su hermano Miguel, desempleado desde hace meses. «Mi mayor satisfacción es haber comprado el décimo para mi hermano. Quedamos para tomar una cerveza y le dije al camarero: 'Dale otro a mi hermano'. Nadie puede imaginarse lo contento que estoy», comentaba ayer emocionado mientras brindaba en el salón de juegos con otros premiados. El local fue ayer un desfile de abrazos, felicitaciones y alegría.
Las cuatro series del número 60.065, dotado con 600.000 euros al billete o serie, 60.000 euros al décimo, fueron vendidas en la administración número 1 de Totana, situada en la calle Santiago y que lleva abierta al público más de un siglo, según rememoraba ayer su titular, Ana María Portela.
La encargada, Toita Tudela, tampoco tiene claro quién es el afortunado ganador de los tres millones de euros, pero sospecha que se trata de uno de los vecinos que compró el décimo en ventanilla. «Creo que se lo han llevado esta misma mañana (por ayer)», comentaba ayer muy nerviosa antes de cerrar la persiana del negocio para dejarse caer por el Salón de Juegos de El Parral para compartir la suerte de los vecinos. El local vende todas las semanas décimos de la administración entre sus clientes. «Hemos vendido por lo menos una docena», comentaba el camarero del local, que no se quedó con ningún décimo.
Pedro Cayuela y su amigo José, que por la tarde seguían aún de celebración, compartían un décimo y han ganado 30.000 euros cada uno. Los dos hacían cábalas para tratar de averiguar quién se ha llevado los tres millones de euros. El boleto afortunado corresponde a la fracción número 2 de la serie 4, que ha recibido el premio especial al décimo. «Sabemos quién tiene el anterior y el posterior, así que el cerco se estrecha, pero nadie quiere decir quién es», comentaban satisfechos con el 'pellizco' que han logrado. La
Lotería Nacional está siendo generosa últimamente con los murcianos. Hace apenas dos semanas se vendió en la administración número 2, en la calle Isabel la Católica, el boleto agraciado con los tres millones de euros del premio especial.
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