Jorge
Juan Berzosa Velasco, alias «El Informático», lugarteniente de Ángel
Suárez Flores, el hombre que robó los cuadros a Esther Koplowitz,
recibió tanto dinero de su jefe que tuvo que justificarlo ante su
familia. Mintió a su pareja, María Fernández, y a su suegra diciéndoles
que habían ido a comprar lotería y les había tocado la Lotería de Navidad en el sorteo del 22 de
diciembre de 2010. Las mujeres estaban sorprendidas con la gran cantidad de dinero
en efectivo que manejaba Berzosa. Esta conversación figura en las
intervenciones telefónicas del caso contra la banda de «Cásper».
En
realidad, ese dinero, según el auto de procesamiento del juez Eloy
Velasco, procedía de los robos de droga a narcotraficantes que habían
perpetrado, primero en Alicante -entre 1.500 y 3.000 kilos de cocaína al
jefe de «Los Miami»- y luego en Sevilla. Para conseguir este segundo
golpe la organización criminal cuasi militar no dudó en secuestrar,
torturar y mutilar a seis personas. A cambio obtuvieron 211 kilos de estupefaciente sin
poner un duro en la transacción; eso sí se hicieron pasar por guardias
civiles de la UCO y hasta por un juez y un secretario judicial.
Berzosa,
con los suculentos pagos de su jefe por montar todas las escuchas y
vigilancias, constituyó una sociedad, se compró un reloj de elevado
precio y gastó muchísimo dinero en consumo de cocaína y prostitución,
según explica el auto judicial. También guardó importantes cantidades de
dinero fuera de su casa, en concreto en la de su tío, que «recibió
pagos o propinas por ocultar ese dinero ilícito así como otros efectos e
instrumentos de procedencia dudosa». Acababan de dar su cuarto palo.
Cinco meses después del premio de lotería inexistente, Berzosa y sus
cómplices acabaron en prisión, y allí siguen.
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